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WILLIAN FREDY PALTA VELASCO

DEL COMUNICADO A LA COMUNICACIÓN: LA REVOLUCIÓN EN EL ACTO DE EDUCAR.

DEL COMUNICADO  A LA COMUNICACIÓN: LA REVOLUCIÓN EN EL ACTO DE EDUCAR.

La educación se torna en un acto de depositar, en que los educandos son depositarios y el educador el depositante.En lugar de comunicarse, el educador hace comunicados y depósitos que los educandos, meras incidencias u objetos reciben pacientemente, memorizan y repiten. He aquí la concepción bancaria de la educación, en la que el único margen de acción que se ofrece a los educandos es el de percibir los depósitos, guardarlos y archivarlos

                                   Paulo Freire

 

El quehacer pedagógico ha estado marcado por la búsqueda de excelentes niveles académicos por parte en los educandos. La pregunta  constante es ¿cuáles son los saberes que se requieren en cada una de las áreas del conocimiento para conseguir este propoósito? Interrogante que marca el inquietante deseo de que nuestros jóvenes “sean mejores estudiantes”. Sin embargo, pareciera que los esfuerzos docentes para alcanzar este propósito fueran insuficientes, aún más cuando la apatía, la desatención, la indisciplina y el desinterés son las actitudes más frecuentes que maestros y padres evidencian por parte de los educandos.

 En el acto de educar,  que es un acto entre personas que se comunican, pareciera que algo no está bien. La comunicación exige de tres elementos básicos: emisor, mensaje, receptor, que deberia el receptor convertirse en emisor (en la educación esto es obligatorio). La ética del discurso habla de una comunidad de comunicación como “la condición necesaria de la argumentación, en una comunidad lingüística de comunicación en el que dicho reconocimiento permite éticamente al argumentante tomar seriamente al otro y gracias a ello aceptarle su razón” (Apel, 1992, pág 11) pero esta comunidad de comunicación que plantea Apel, se queda en el plano de la comunicación del lenguaje, donde lo relevante está en el mensaje (discurso). En el campo educativo podriamos decir con Freire, que el maestro hace “comunicados” (Cfr. Freire, 2011) es decir, enuncia un discurso lleno de saberes técnicos, académicos que el estudiante debe saber, pero este “discurso”  no llega al emisor en la forma  que deberia, porque nos olvidamos que que el receptor es un agente, una corporalidad viviente, que sufre los efectos negativos del sistema: hambre, frio, soledad, necesidad de afecto, entre otros. Y lo convertimos en un “receptáculo” que debe aprender el discurso (comunicado) enunciado, no hay , por lo tanto,  un diálogo, una comunicación, entendida ésta como el encuentro entre personas, una relación simétrica. La comunicación aquí , no es sólo la expresión del lenguaje verbal, sino el encuentro existencial con el Otro.

 La invitación es a cambiar nuestra mirada, dejarnos interpelar por la palabra viva del Otro, que expresa una vivencia, un saber y una experiencia frente a la palabra emitida por el maestro. La palabra en la comunicación pedagógica no es un vaho que se enuncia, sino una existencia que se realiza. Negar la posibildad del diálogo, es renunciar al acto educativo para convertirlo en un acto dominador que adoctrina la mente y mata el espíritu.

 El maestro debe dejar de emitir  comunicados y pasar  a la comunicación diáfana, franca y sincera que nos permita comprender la presencia del Otro. Es una revolución pedagógica que nos obliga a pensar a nuestro lugar, como diria Freire es sacar el “opresor” que  habita en nuestro interior (cfr. Freire,) y abrirnos a una practica de proximidad de salir al encuentro del Otro.

 Es asumir la actitud obediente (como capacidad de escuchar al Otro) para comprender que el problema del rendimiento escolar, no es tanto un problema cognitivo, ni de saberes y conocimiento, sino un problema de afectos, de comprensión de su sentido existencial. Promover el diálogo es promover la emancipación del espíritu humano, es provocar y motivar  para sacar de adentro aquella utopia que aguarda el espíritu humano. Finalmente, negar la posibilidad del diálogo es negarle la existencia y la realización del Otro.

Bibliografía

Apel, Karl-Otto, Enrique Dussel, y Raúl Fornet. Fundamentación de la ética y filosofía de la liberación. México: Siglo XXI editores, 1992.

Freire, Paulo. La educación como práctica de la libertad. Mexico: Siglo XXI, 1985.

—. Pedagogía de la esperanza. México: Siglo XXI, 2011

—. Pedagogía del Oprimido. México: siglo XXI, 2005.

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