AGORA 3: MUJER: CAMINO DE ESPERANZA Y LIBERACION
MUJER: CAMINO DE ESPERANZA Y LIBERACIÓN
Willian Fredy Palta Velasco
Durante varios días he meditado que escribir acerca de la Mujer, he leído mucho, sobre todo lo que por esta fecha aparece, no puedo negar que todas las reflexiones son muy hermosas y me llevan amar cada vez a las mujeres que me rodean. Sin embargo, en la mayoría, veo que se ha perdido el sentido de conmemorar y reconocer en un día el ser mujer. Se ha convertido en una fecha arrebatada por el consumismo que nos lleva a seguir patrocinando patriarcados y machismos. Hacer un alto para pensar en la mujer, es poder mirar los rostros de mujeres que viven y luchar por alcanzar una sociedad más equitativa y justa y solidaria. Mujer alma de mi pueblo Sangre de raza y fecundidad. Mujer tu ya no eres sierva ni instrumento de explotación y no te vendas cobarde por el vil oro de algún señor (Aguirre 2000). Es reconocer todo lo que ellas significan, su invaluable papel en la sociedad y su entrega cotidiana en servicio, solidaridad y resistencia por participar en espacios antes negados. Soy testigos como ellas han forjado con tesón la historia.
Pienso en estos momentos en aquellas mujeres que rodean mi vida (veo que no son pocas: ellas son esposas, hijas ,madres, hermanas amigas, compañeras) y en cada una encuentro valores y cualidades, especiales y significativos que han forjado mi carácter y que constituyen bases solidas en mis compromisos sociales, académicos y laborales. He aprendido tanto de ellas, aprendí amar. Si, amar la vida, a los seres humanos, a la madre tierra, aprendí amarlas a ellas que fue la manera como aprendí amar a Dios. He aprendido a luchar, contra la adversidad, porque siempre he encontrado una mano femenina, que con fortaleza me ha levantado para seguir adelante. He aprendido, junto a ellas el valor de la entrega: entrega de nuestras madres que han dado todo por nosotros; de esposas, que nos han dado su ser para caminar juntos en la soledad; entrega de nuestras hijas que con un beso, nos dan su mayor tesoro: su ternura. Entrega de nuestras maestras que brindan todos su saber y su ser. He aprendido a reconocer en ellas el rostro femenino de Dios.
Reconozco y pido perdón porque en nuestras sociedad todavía quedan mentes necias que siguen relegando y pensado a la mujer en relación al hombre, como un ser dependiente, en nuestra América Latina no se ha superado la explotación de la mujer , “la mayoría de las mujeres (..) Trabajan en situaciones precarias o no remuneradas. Crece cada día el desempleo femenino, pues es mayor la fluidez en la entrada y salida de las mujeres en puestos de trabajos, con relación a los varones”(Aguirre, 2000).
Por eso hoy, es un llamado a superar los modelos comerciales que entorno a la mujer se hacen en los medios de comunicación, se debe superar los prototipos estéticos hechos en una sala de cirugía como la única forma de ser y sentirse bella, se debe superar la imagen negativa con la que se ha cargado a través de la historia. Se debe superar la marginación y el maltrato al interior de las familias, de los colegios, de la iglesia y la sociedad. Se debe estructurar, desde la niñez y la juventud una jerarquía de valores, se debe procurar por alcanzar espacios de participación ciudadana y eclesial. La mujer entonces es un camino de esperanza y liberación, porque mantiene la fe y la fortaleza que es posible otra realidad, me animan a unir mis manos a las de ellas para seguir luchando por condiciones justas, ejerciendo los derechos civiles, políticos, sociales y económicos en un pleno reconocimiento de su valor y su riqueza. Finalmente, a las mujeres, a ti, esposa, madre, hermana sobrina, amiga pero en especial a Nataly, un poema de Janet Aguirre, en este día para toda tu vida:
MUJER: IMAGEN DE DIOS
El universo estaba aun sin completar
Y en el sexto día Dios Creó a la mujer
Y le dijo:
Yo te daré
Un corazón lleno de compasión
Un espíritu libre para volar como los pájaros
Un vaso para llevar la vida al mundo,
La sabiduría para conocer las grandes verdades
El valor para salir de la opresión
La fortaleza de las montañas
La ternura para besar la tierra
La pasión para encender el muido.
Yo te daré
La visión para respetar la madre tierra que te engendro
Un espíritu alegre para bailar con los niños.
La risa para llenar los valles
Las lagrimas para quitar el dolor
Las manos para servir y amar
La intuición para conocer lo desconocido
El deseo de ser aquello para lo que fuiste creada
Y Dios le dijo:
Mujer yo te creado a mi imagen y semejanza, tu eres buena.
Bibliografía
Aguirre, J. (2000). Mujeres en la Biblia. Quito : Editorial Tierra Nueva.
Dussel, E. (1998). Ética de la liberacion en las Edad de la globalizacion y de la Exclusión. México: Trotta.
Agora No 3. Marzo 2011
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